La
Limitación del Esfuerzo Terapéutico (LET) es la decisión deliberada o meditada
sobre la no implementación o la retirada de medidas terapéuticas que no
aportarán un beneficio significativo al paciente. La LET es un dilema moral
consecuencia del desarrollo técnico de nuestras sociedades avanzadas. Las
medidas de soporte vital no siempre proporcionan un beneficio real a la persona
mayor y quizá, por ello, se considera que es el momento, el tiempo, de centrarse
en los aspectos más paliativos y de bienestar. La dificultad se encuentra en
que en estas decisiones nos encontramos siempre un cierto nivel de
incertidumbre imposible de eliminar.

La
tecnología médica es capaz de intervenir cada vez con mayor potencia y
agresividad en los procesos de salud y enfermedad de las personas. Esta
capacidad, que en principio es deseable, tiene también sus inconvenientes. Pues
bien, se entiende por la Limitación del Esfuerzo Terapéutico (LET) la decisión
de restringir o cancelar algún tipo de medidas cuando se percibe una
desproporción entre los fines y los medios del tratamiento, con el objetivo de
no caer en la obstinación terapéutica. La limitación del esfuerzo terapéutico y
las decisiones clínicas sobre el mantenimiento de las de soporte vital suelen
ser la vía terminal común en la que concluyen los debates entorno al final de
la vida.
la
LET está plenamente acreditada siendo muy frecuente en el ámbito de cuidados
críticos, existiendo posicionamientos de diferentes sociedades científicas que la
avalan hasta considerarla un estándar de calidad. Esto último es esencial pues
facilita la diferenciación de la LET con otros términos (eutanasia y suicidio asistido,
rechazo del tratamiento, suspensión de atención médica por fallecimiento).
Todavía, sin embargo, hay una confusión terminológica importante.
La
limitación del esfuerzo terapéutico, es considerada actualmente por
la comunidad científica como un recurso éticamente aceptable en aquellos pacientes
en los que se cumplen una serie de condiciones que avalan la irreversibilidad
de su situación patológica. La limitación del esfuerzo terapéutico, como
práctica médica, significa a su vez la redefinición de las
necesidades y de las estrategias de cuidados del paciente. Se desarrolla
en estrecho contacto con la medicina paliativa, que permitirá establecer, no
cuidados mínimos, sino en verdad cuidados de excelencia, y opuesta
por tanto a la eutanasia.
La bioética médica está apta para
ofrecer un fundamento ético a las crecientes necesidades de los servicios
de salud, enjuiciar y sentar pautas en las comunidades de
profesionales. El desarrollo de la bioética, ha puesto en discusión
temas de vital importancia en relación a los derechos y deberes de los
pacientes. Es precisamente la limitación del esfuerzo terapéutico uno de
los más polémicos a nivel mundial, pues están en juego aspectos de
primer orden como son la vida del paciente, el dilema familiar y la
toma de decisiones por el médico especialista. La limitación del esfuerzo terapéutico es una
buena práctica clínica, que se diferencia de la eutanasia, el
suicidio asistido y el derecho a morir, que no son alternativas
aceptables en la medicina; por ser contrarias a la deontología y a la ética
médica, por tanto no son ni moral ni legalmente aceptables en la sociedad. El
médico debe tener especial sensibilidad e integridad moral y humana para
encarar las decisiones al final de la vida de sus pacientes.

Se
impone la observancia de buenas prácticas clínicas, donde el conocimiento
y aplicación de la ética médica que guía al galeno en el proceso de la
toma de decisiones, son imprescindibles para conseguir ordenar el actuar
humano. Adquirir la sensibilidad para brindar la mejor asistencia a estos
pacientes debe ser el objetivo y el compromiso primordial de la atención médica.
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